En la Real Colegiata de San Isidro, en la Calle de Toledo, se guarda La dormición de la Virgen, conjunto escultórico del barroco madrileño. Realizada en el siglo XVII, probablemente en el primer tercio, esta obra anónima suele pasar desapercibida debido a su ubicación lateralizada, en las proximidades del presbiterio.
El tema de la dormición de María se viene plasmando en el arte cristiano desde al menos el siglo V, si bien en la Europa occidental no se introduce hasta el siglo XII. Hace referencia a la creencia de que la Virgen no murió, sino que estuvo tres días en tránsito, como dormida, hasta su asunción a los cielos en carne y alma por mediación de Jesucristo.
La dormición tuvo lugar en presencia de los doce apóstoles. De ahí que, en la mayoría de las manifestaciones artísticas que existen al respecto, éstos aparezcan representados acompañando el cuerpo recostado de María, aunque, en otros casos, la Madre de Dios se encuentra sola……