Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes XXVIII del Tiempo Ordinario. Lucas 11, 37-41
Dad limosna de lo de dentro…
El Evangelio de hoy nos recuerda el choque de lo aparente con lo real.
En Jesús esta dualidad no se da: el Señor vive y actúa siendo quién es Él auténticamente. De aquí que critique el quedarse en lo puramente aparente.
Me imagino que el fariseo que le invita a comer actuaría con toda su buena intención: acoger, donar, compartir, escuchar, estar…
Jesús va más allá desde el principio, y le propone cambiar: actuar no desde una perspectiva ritual y desprovista de vida, sino desde la autenticidad, desde dentro.
Nuestro Dios habita en nuestro interior. Estoy convencido de ello. Es la savia de nuestra persona, de nuestro ser. Hoy este pasaje evangélico nos propone actuar y vivir según Dios, estando con Él, dejándonos inspirar por Él. Desde dentro para afuera.
Dejémonos embargar por Él, movidos por Él, «desde dentro». Como Jesús.
José Luis, vuestro Párroco