Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves XXVIII del Tiempo Ordinario. Mateo 11, 25-30
Santa Teresa de Jesús
Un Evangelio para leer, releer, dejar resonar en nuestro interior, saborear y contemplar.
Sería absurdo que lo comentase. Solo el texto en si mismo dice mucho más que cualquier comentario; por ello hoy es bueno que lo introduzcamos en nuestro interior desde el silencio.
Podemos visualizar al Señor: el Manso y Humilde, que nos mira dulcemente, lleno de amor y de ternura. Estemos con Él, dejémonos llenar por Él. En el silencio, saboreemos a este Dios que se nos acerca, y se nos introduce a lo más hondo de nuestra alma, de nuestro ser. Respiramos con tranquilidad, con pausa, con paz, y hacemos silencio, interior y exterior.
Creo que, igual que la Santa, sería bueno que hoy simplemente leamos Este pasaje evangélico y nos dejemos inundar y llenar por Él.
José Luis, vuestro Párroco