Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes XXIX del Tiempo Ordinario. Lucas 12, 54-59
El Concilio Vaticano II nos habla de los signos de los tiempos. La vida cristiana desde siempre ha sabido ver cómo Dios nos habla a través de la historia, o, lo que es lo mismo, nos interpela en la vida.
Jesús hoy nos habla de esta cuestión: descubrir en la vida lo que Dios nos dice, como El nos interpela.
Contemplar este Evangelio hoy es contemplar a Jesús inmerso en su tiempo, en comunión con el Padre, descubriendo su Presencia, viviendo el amor. Pedir, por tanto, esa capacidad de descubrir la Presencia del Misterio. Y vivir unido a Él.
José Luis, vuestro Párroco