Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado XXXI del Tiempo Ordinario. Lucas 16, 9-15
Jesús hoy nos plantea donde ponemos nuestro corazón.
Hay muchos «dineros»: poseer, la propia imagen, la comodidad, la seguridad, la salud, el placer… No es que esto sea malo, pero si podemos convertir en ídolos, nuestros ídolos, cuando los sobrevaloramos, y los convertimos en los señores de nuestra vida.
El Señor hoy nos plantea si sabemos utilizar esos medios que tenemos, materiales o no, para «ser recibidos en las miradas eternas», es decir, si los utilizamos para construir el Reino de Dios aquí en la tierra en la medida en que podamos.
Los utilizamos, no nos utilizan ellos a nosotros…
¿Quién es Aquel que realmente ha puesto su corazón en el Padre y en su proyecto del Reino?: Jesús el Señor.
Hoy se nos convoca a contemplar a Jesus como Aquel que pone todo su corazón y toda su persona e inquietudes en las manos del Padre, y a pedirle ser como Él. Estar unidos con Él, vivir con Él, aprender de Él.
José Luis, vuestro Párroco