Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves IV del Tiempo de Adviento. Lucas 1, 67-79
Día 24 de diciembre
Un día para mí cargado de muchas cosas y tareas pendientes. Qué solo puedo hacer hoy.
Ya veis a que hora os puedo mandar este comentario. No he parado.
No obstante, puede estar buen esta tarde antes de pasar a la avalancha de las celebraciones navideñas, pararnos unos minutos, y recordar y vivir las palabras de este pasaje evangélico: nos visitará el Sol que nace de lo alto para iluminar nuestras tinieblas y sombras de muerte.
Ya estamos en la tarde última de Adviento, tocando la Navidad. Vino y viene el Señor. No deja de venir a nuestra vida.
Sintamos que viene el Señor, pidámosle capacidad para acogerle, dejarle bien centrado en nuestra vida. Vivamos con Él.
Qué nuestra persona sea como esa cueva de Belén acogiendo al Señor de la historia. Vivamos con Él.
Un fuerte abrazo y una muy feliz Navidad
José Luis, vuestro Párroco