Para leer el Evangelio: domingo 27 diciembre 2020

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Domingo de la Sagrada Familia. Tiempo de Navidad.
Lecturas:

Ecle 3, 2-6.12-14
Sal 127
Col 3, 12-21.
Lc 2, 22-40
El deseo del Señor es ser en todo un hombre, una persona como nosotros.
Por ello «le hace falta una familia». Y vive como tal, en una familia.
¿Qué es la familia? Va más allá de la sangre, es la unión de varias personas por el amo: una pareja matrimonial está unida por el amor; los hijos brotan por la biología, pero lo que les identifica es el cariño…¡cuántos hermanos a pesar de ser hermanos, no pueden verse, por desgracia!
Cuando contemplamos la familia de Jesús vemos a un grupo unido por el amor, que va mas allá de la sangre. Sería una familia «irregular», pero unidos por el amor. Esto es lo que idéntica a la familia. Hoy se van dando muchos tipos de familia.
Hoy Dios nos convoca a cuidar nuestras familias desde el amor, como hizo Él. Habrá dificultades, efectivamente, pero busquemos vivir el amor. Igual que hizo el Señor.
Pero, siguiendo en la contemplación de Jesús, Él va más allá: amplia la familia a todos aquellos que le siguen, a toda la humanidad: vivamos, como Él, con el estilo del amor, hagamos una gran familia.
En el Evangelio de hoy, dos mayores, Simeon y Ana, descubren la presencia de Dios en un niño, en un bebé, el ser humano más indefenso que puede haber. Descubrir esa presencia en cada ser humano, por poco importante que nos parezca, y poco que «valga», es descubrir esa llamada a vivir el amor, y es, por tanto, ir creando familia. Vivamos así.

José Luis, vuestro Párroco