Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves II, Feria de Navidad.
Lecturas: Mt 4, 12-17.23-25.
Aún en Navidad, hoy se nos presenta a Jesús adulto invitándonos a ir a Él. A contemplar lo que hace, y darnos cuenta de quién es Él.
Hay dos pequeñas frases que dan sentido a todo este texto: «el pueblo que caminaba en tinieblas», y «venían a que los curase».
El evangelista sitúa el comienzo de la predicación de Jesús en una zona alejada de Jerusalén, siendo el «pueblo que camina en tinieblas», alejado del templo, de la correcta doctrina.
Y en mitad de esta realidad, se presenta el Señor. ¿Cuáles son las sombras de muerte de nuestra vida, de nuestro ser? Porque ahí justamente está Dios.
Hoy se nos convoca a acercarnos a Él, como hacía tanta gente citada en el Evangelio, y acercarnos a dejar que El sane nuestra vida, nos quite aquello que nos hace caminar en tinieblas y angustia.
Acerquémonos a Él.
José Luis, vuestro Párroco