Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo III del Tiempo Ordinario. Ciclo B
Lecturas: Mc 1, 14-20
La misión de Jesús es anunciar el Reino de Dios. Es curioso que no se anuncia a si mismo, no busca gente que le adoren, sino que anuncia el Reino de Dios, y por ello, el cambio de vida que exige acoger el Reino en nosotros.
¿Qué es ese Reino? Qué el mundo viva conforme al proyecto de Dios. Qué realmente nos abramos al Espíritu, igual que Jesús.
San Ireneo de Lyon decía lo siguiente: la gloria de Dios es que el hombre viva como hijo suyo y hermano de los demás. Creo que es una definición preciosa de lo que es el Reino de Dios.
Hoy contemplamos así al Señor: Jesús el hombre que vive como Hijo de Dios, y es para los demás. Él es realmente el Reino de Dios. Se nos llama hoy a estar unidos a Él, a vivir el Reino en Él.
Como decía San Pablo en su escrito, que vivamos la presencia de Dios de forma intensa en nuestra vida. Porque Él realmente está.
La conversión, también anunciada por Jonás,no es un cambio por voluntarismo, es vivir esa Presencia.
José Luis, vuestro Párroco