Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes Solemnidad de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María.
Lecturas: 2Sam 7, 4-5. 12-14, Sal 88, Rom 4, 13-22, Mt 1, 16. 18-21. 24.
La figura de José es apasionante. Y yo creo que va más allá de una mera figura catequética y teológica: nos presenta a una persona que cambia todo su proyecto de vida buscando realizar la voluntad de Dios en su existencia.
Como indica el Evangelio, era un hombre justo. Su bondad no tiene límite cuando ante su «desposada» embarazada, y no es de él, busca como dejarla libre sin que padezca ningún mal (es la pena de muerte)
Deja atrás su orgullo de persona y de «macho» judío, y busca hacer el bien. Y luego hará frente a todo tipo de cotilleos y comentarios por cuidar a la madre y el hijo.
¿Qué experiencia de Dios tendría? Sería increíble: una vida apagada, pobre, casi anónima, pero llena, muy llena de Dios. El Santo de la buena vida, no solo de la buena muerte.
Contemplemos hoy a este gran hombre. Ojalá aprendamos de él.
José Luis, vuestro Párroco