Para leer el Evangelio: jueves 25 marzo 2021

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Jueves Solemnidad de la Encarnación del Señor
Lecturas: Lc 1, 26-38

Este misterio del Dios hecho persona siempre me ha sorprendido. Igual que la escena que nos ofrece Lucas: Dios que se acerca y pide permiso, María que acoge con su actitud de «vientre abierto», de aceptación y disponibilidad…

No entiendo porqué se celebra dentro de la Cuaresma. Calculo que la Iglesia cuando pensó en su calendario litúrgico quiso dar nueve meses antes del parto…pero, ¿hace falta ese criterio? Celebrar este misterio tan grande queda bastante «descafeinado» al hacerlo en el tiempo de preparación para la Pascua. Y es un misterio tan esencial para nuestra fe…

Igual sería bueno celebrarlo en otro tiempo para caer en la cuenta de la grandeza de este acontecimiento.

Pero, bueno, así está…

Me gustaría hoy fijarme simplemente en el verbo utilizado por María:»…no conozco varón…»

La palabra «conocer» en la Biblia es mucho más que «saber». Es entrar en intimidad intensa. Y María no conoce varón, pero si «conoce» a Dios. Y Dios la «conoce» a ella.

Hoy al contemplar este pasaje evangélico os invito a contemplar la escena, fijándonos en los dos personajes: María, y Dios que habla por medio de su Ángel, y tiene una profunda intimidad entre ellos, se «conocen». La cercanía, la ternura, la paz que se respira en todo el relato, nos habla de esa cercanía, aunque no se mencioné directamente.

Vivir hoy, visualizar este acontecimiento, contemplar y saborear. Y pedir a Dios ser como María: acogerle a Él, «darle a luz» en mitad de nuestro mundo por nuestra forma de ser: hacer posible que Dios esté en nuestro mundo por nuestras actitudes y acciones. Estar con Dios. Ser con Él. Gestar a Dios.

José Luis, vuestro Párroco