Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana VI del Tiempo de Pascua.
Lecturas: Jn 16, 5-11
Jesús, el que envía el Defensor, el Espíritu, y el que triunfa sobre el mal, sobre el Príncipe de este mundo.
Hoy en esta lectura, Jesús nos invita a contemplarle desde esa perspectiva: nos envía auténticamente su propio ser, su propio Espíritu.
Vivir unidos al Maestro es vivir abiertos a su Espíritu, estar abiertos a su acción y su obra en nosotros. Sabemos que Él no va a fallar. Va a estar con, en y entre nosotros. Él va a estar.
Aunque a veces parezca que el mal triunfa (estamos en momentos duros, de dificultad, a veces hasta de muerte), sin embargo la vida y el bien, la bondad, Jesús el Señor, triunfa sobre el mal, sobre el «príncipe de este mundo», como le llama Él.
Seria bueno leer este Evangelio, y estar en silencio con Jesús, y pedirle: «envíame, Señor tu Espíritu, enséñame a estar abierto a ti».
José Luis, vuestro Párroco