Todos los 24 de mayo, los católicos del mundo celebran la fiesta de la Virgen en su advocación de María Auxiliadora, es un título antiguo dado a María, madre de Jesús.
San Juan Crisóstomo, nacido en torno a los años 345-350 y obispo de Constantinopla desde el año 398, la llamaba «Auxilio potentísimo, fuerte y eficaz de los que siguen a Cristo».
Después este título tomó fuerza en Occidente con el papa Pío V en el siglo XVI y, más recientemente, en 1814, cuando el Papa Pío VII ofreció a la Madre de Dios declarar oficial esta fiesta si era liberado de su prisión ordenada por Napoleón.
La mejor manera de parecerse a Jesús y a María Auxiliadora es donándose. Donándose a la familia, a los vecinos, al más necesitado, de esta manera aprendemos a ser auxiliadores y acercar a esa persona que está necesitada a Jesús, es así como nos podemos parecer a María.
En 1860, la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de “Auxiliadora”, y le señala el sitio para que construya en Turín, Italia, su Santuario.
Don Bosco ha sido, en la historia de la Iglesia, el gran apóstol de María Auxiliadora. Él solía decir: “Confíen en María Auxiliadora y verán lo que son los milagros”.
La Virgen María siempre estuvo presente en la vida de San Juan Bosco, gracias a que su madre, Mamá Margarita, le inculcó ese amor y esa devoción por la Virgen en las oraciones y en la vida diaria. Desde el principio ella fue el centro de toda su obra.
Bondad y bendición
Estar cerca de los Salesianos, esa experiencia, siempre nos hace vivir la maternidad de María en la advocación de Auxiliadora. Esta es una advocación maravillosa que Don Bosco hacía sentir en sus oratorios, parroquias, colegios, etc. Muchos de nosotros llevamos esa experiencia bonita de encontrarnos con María Auxiliadora. María es, en la espiritualidad Salesiana, una Madre hecha con derrote de amor, bondad y bendición.
Quien se forma bajo el manto de María Auxiliadora no sólo obtiene un bagaje de conocimientos sino, además, recibe la gracia de la espiritualidad salesiana, caracterizada por la alegría de los hijos de Dios.
María Auxiliadora: espiritualidad salesiana • Diario de Los Andes
El cuadro de María Auxiliadora pintado en 1865 por Tomás Andrés Lorenzone (1824-1902) a pedido de Don Bosco. Se ubica en la Basílica de María Auxiliadora de Turín, Italia