Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado semana VII del Tiempo de Pascua.
Lecturas: Jn 21, 20-25.
Un Evangelio un tanto peculiar: dos grandes mensajes.
Por un lado, nuestra vocación individual: sígueme, no estés pendiente de los demás, sígueme tú. Da tu respuesta y no estés tan pendiente de lo que hacen los otros.
Por otro lado, lo que dice el evangelista del discípulo amado: se echó sobre su pecho, gesto y postura de un inmenso cariño entre Jesús y el discípulo.
Tal vez tengamos que tener esa relación con el Maestro: echarnos sobre su pecho, sobre su corazón. Dejémonos querer por Él.
José Luis, vuestro Párroco