Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes semana VIII del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 10, 17-27
Recomenzamos el Tiempo Ordinario. Nos colocamos ya en la semana octava del tiempo «normal» u ordinario (que no es que «valga» menos, sino que nos disponemos a contemplar el misterio de Cristo en su totalidad, poco a poco)
Hoy nos situamos en el encuentro entre Jesús y el joven rico.
Me gustaría quedarme en un detalle: «mirándole con cariño»
El amor de Dios no depende de nuestra respuesta, ni de que sea lo más oportuna y acertada posible: Dios nos ama antes de que demos una respuesta u otra, de forma incondicional.
Hoy podemos contemplar este encuentro: ver o imaginar el diálogo, los gestos, las posturas…y sentir ese amor de Dios. Antes de que demos la respuesta.
Por supuesto, pedirle responde generosamente a su amor. Responderle amando. Como Él.
José Luis, vuestro Párroco