Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado semana IX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 12, 38-44.
Una nueva versión de donde ponemos nuestro corazón: en la apariencia, o en Dios.
Ambos pasajes, la crítica a los que buscan tener una imagen, y la entrega de lo que somos, nos pueden llevar a pensar como actuamos, darnos cuenta de ello, y tal vez corregirnos donde haga falta.
A mí me gusta más fijarme en Jesús el Señor: Él es aquel que no busca tener una imagen (y estamos en el mundo de ello), y que realmente da y entrega lo que es Él (que pone el ejemplo de la viuda)
Hoy se nos llama a fijarnos en Él, contemplarle en su autenticidad y coherencia, a dejarle un sitio en nuestra vida y ser, sentir, que realmente somos pobres y nos dejamos muchas veces llevar por las circunstancias; pedirle un día más ir siendo como Él, estando unidos a Él.
Reconocer su presencia en nosotros para ir siendo como Él.
José Luis, vuestro Párroco