Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes semana XIX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 25, 1-13
Día 9 de agosto, Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir, patrona de Europa (Edith Stein)
Edith Stein, de origen judío, fue una filosofa de principios del siglo XX, qué pasó por una etapa de ateísmo; es la primera mujer alemana que presentó una tesis doctoral en filosofía. Una larga evolución intelectual y religiosa la condujo a la fe. Una vez convertida y bautizada, tomó el hábito carmelita, tomando el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz. Detenida por la Gestapo por su raza judía, murió en el campo de Auschwitz.
Se cuenta que una noche calurosa de insomnio, cansada, se puso a leer el libro de la Vida de Santa Teresa, lo que motivó su conversión: mujer enamorada del Señor Jesús.
Creo que este Evangelio lo podemos leer desde este punto de vista: Jesús se nos presenta como el esposo que desea desposarse con nosotros, y nos mueve a ser como las jóvenes prudentes que aguardan al Señor: es decir, movidos por el amor, esperemos al novio que viene, y deseamos estar con Él.
Hoy podemos pedir ojos para ver y notar su presencia en nuestra vida, y corazón grande para amar: amarle a Él, amar a los demás.
José Luis, vuestro Párroco