Para leer el Evangelio: domingo 5 septiembre 2021

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Domingo semana XXIII del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Is 34, 4-7, Sal 145, Sant 2, 1-5, Mc 7, 31-37.

Las lecturas de hoy nos vuelven a presentar a un Dios que salva.
Mantengo que la revelación nos va mostrando cómo es nuestro Dios, y cuál es su proyecto, el mundo deseado por Él.
Hoy en estás lecturas nos encontramos lo primero con un «no temáis». Es decir, Dios nos habla al corazón y nos dice que no tengamos miedo, que El nos trae la salvación, Él mismo en persona, como indica el profeta Isaías: viene a traernos la salvación y todo aquello que está muerto, lo va a llenar de vida: el desierto se transformará en vergel, «torrentes en el desierto».
Tanto el profeta como el apóstol Santiago nos revelan que Dios lo cambia todo, y todo lo llena de vida.
Me gusta ver la zona donde el Evangelista hoy nos presenta a Jesús: tal vez sean lugares desconocidos para nosotros, pero tienen un sentido: Tiro y Sidon, y la Decapolis, son lugares apartados de Jerusalén, son territorios de Fenicia o lugares judíos poco correctos en cuanto a la religión. Justamente en estos lugares «apartados», Jesús realiza el gesto de hoy: libera a un hombre con la boca y los oídos cerrados. Nuevamente el Evangelio nos presenta al Señor salvando y liberando.
Hoy se nos llama a contemplar así a Jesús, descubrir un día más como es nuestro Dios, a no temer, Él nos va a llenar de vida; hoy también se nos invita a retomar nuestra opción de vida, intentando en mitad de nuestro mundo vivir unidos con Él, ser como Él.

 

José Luis, vuestro Párroco