Oración a los ángeles custodios (2 octubre)

Ángel de Dios, que eres mi custodio,
pues la bondad divina me ha encomendado a ti, 
ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname. Amén.


Los cristianos creemos, por Revelación, que los ángeles existen; así lo afirma inequívocamente Nuestro Señor Jesucristo, y así lo recoge el Catecismo de la Iglesia Católica:
nº 328 – La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.

Pero no sólo es su existencia. También afirmamos que esos seres espirituales no viven ajenos a nosotros, sino que nos protegen; veamos lo que dice al respecto el Catecismo:
— nº 334 – De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles (cf Hch 5, 18-20).
— nº 336 – Desde su comienzo (cf Mt 18, 10) hasta la muerte (cf Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (cf Sal 34, 8) y de su intercesión (cf Jb 33, 23-24).

«Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida»
San Basilio Magno – Adversus Eunomium, 3

Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.
Por eso, como han hecho en los siglos pasados tantas generaciones de cristianos, tengamos, también nosotros, una firme devoción a nuestro Santo Ángel de la Guarda.


Ángel Custodio o Ángel de la Guarda