El domingo 10 de octubre falleció en Madrid el sacerdote D. Juan José del Moral Lechuga, a los 86 años de edad. Fue nuestro Vicario Episcopal muchos años y nos visitó en numerosas ocasiones, muchas felices y en algunas tristes también estuvo con nosotros.
Natural de Madrid, fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1960 en Madrid.
Era prelado de honor de Su Santidad desde 2010.
En la diócesis ejerció como:
ecónomo de San Pedro Apóstol, de Aldea del Fresno (1960-1962);
prefecto del Seminario Conciliar (1962-1970);
profesor del Seminario Conciliar (1967-1970);
ecónomo de San Pedro Apóstol, de Carabanchel (1970-1987);
director del Seminario Menor (1978-1988)
y profesor del Seminario Menor (1978-1993);
miembro elegido del Consejo Presbiteral (1983-1987);
vicario episcopal de la Vicaría XII (1987-1991);
miembro nato del Consejo Presbiteral (1987-1991);
párroco de San Gabriel Arcángel (1991-1996);
profesor del Instituto de Teología a Distancia San Agustín (1995-1998);
vicario episcopal de la Vicaría III (1996-2012);
miembro nato del Consejo Presbiteral (1996-2012),
y miembro del Tercer Sínodo Diocesano (2005).
Escucha, Señor, con piedad, las plegarias que te dirigimos por tu siervo, el presbítero Juan-José,
a quien encomendaste la misión de apacentar a tus fieles, y haz que quien representó a tu Hijo en la asamblea de tu pueblo, sea ahora reconocido por el Pastor supremo y se alegre eternamente en la asamblea de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PETICIONES:
– Por nuestro hermano Juan-José, presbítero, elegido para hacer las veces de Cristo en medio de la comunidad cristiana, para que sea contado entre los servidores fieles y reciba el premio de sus trabajos.
– Por el que fue ordenado para ofrecer sobre el altar el sacrificio de Cristo uniendo a él la oblación de los fieles, para que participe para siempre en el banquete celeste y en la alabanza de los bienaventurados.
– Por la Iglesia santa de Dios, para que no se vea privada de los ministros necesarios del Evangelio y de los sacramentos.
Dale, Señor, el descanso eterno.
Y brille sobre él la luz perpetua.
Su alma y las almas de todos los fieles difuntos,
por la misericordia de Dios, descansen en paz. Amén.