Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XXIX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Is 53, 10-11, Sal 32, Heb 4, 14-16, Mc 10, 35-45
Es sorprendente como se va presentando el Señor a sus discípulos, y lo poco que le comprenden. Tal vez hoy nos pase algo parecido en nuestra Iglesia. A todos.
El Señor se muestra como Aquel que es el servidor, el que ama, y entrega la vida.
Isaías así lo muestra: el siervo de Dios es el que da la vida, y justifica, redime, a muchos.
El autor de la carta a los Hebreos, nos invita a acercarnos al trono de la gloria, a nuestro Dios, al único que salva.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: el que sirve, se entrega, da la vida, busca dar vida. No se queda en honores ni en apariencias. Si en dar vida.
Acerquemos a Él, al trono de la vida. Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco