Para leer el Evangelio: sábado 23 octubre 2021

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Sábado semana XXIX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 13, 1-9.

Seguimos con textos difíciles.
Creo que el Señor nos quiere hacer entender algo fundamental: la presencia real del mal en nuestra vida, que no es un castigo divino. Si que a partir de observar y constatar esa presencia, de la que el mismo Señor será víctima, podemos entender y vivir nuestra existencia o caminar como una continua reorientación hacia Dios. Es decir, una continua llamada a la conversión, un estar atentos para ver qué es aquello que nos puede apartar de Dios.
El mal existe, no es un castigo de Dios, pero para vivir me hace falta volver una y otra vez a la fuente de la vida, volver a Dios. Igual que vivió el Señor: en sus continuas tentaciones, buscaba estar unido al Padre, aceptar su presencia, aunque no entendiera.
En este camino de conversión «podemos negociar con Dios». Es decir, podemos caer, y caemos, y podemos volver a reorientar nuestra vida, como aquel campesino que vuelve a pedir tiempo para la higuera. A aquel se le da un año mas, pero seguro que si vuelve a insistir, lo vuelve a obtener. Recordemos que nuestro Dios es aquel que nos quiere como un padre y como una madre.
Caminar entre las dificultades, volviendo nuestra mirada continuamente a nuestro Dios.

 

 

José Luis, vuestro Párroco