Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana XXX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 6, 12-19.
Día 28 de octubre, fiesta de los Santos Apóstoles Simón y Judas Tadeo.
No sé cuál es el criterio por el cual Jesús elige de entre sus discípulos a esos doce hombres.
Sí observamos como antes de dar un paso importante, Jesús «sube a la montaña», al encuentro con Dios, para estar con el Padre. Elige a estas personas para ser enviados suyos, en comunión con Dios.
Después de esa elección, el Señor sigue con su tarea y misión, sigue sanando y curando.
Estos doce van a mantener como propio ser enviados, mantener y vivir la misión de Jesús, vivir unidos a Él.
Nuestra fe es apostólica, es decir, tenemos parte en la misión de estos hombres, que es la misión de Jesús: somos llamados a sanar a aquellos que nos rodean, a dar esperanza tal vez a unas gentes dolidas.
Pero, hay algo fundamental, que vivieron esos doce: la unión con el Maestro.
Llamados, por encima de todo, a vivir unidos a Él.
José Luis, vuestro Párroco