Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes de la semana I del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas: Mt 8, 5-11
Uno de mis relatos favoritos de los Evangelios.
Un hombre de armas, por lo tanto, un hombre que utiliza la fuerza, jefe del ejército de ocupación, pagano, hombre de mando es capaz de acercarse a Jesús… y le vence.
¿Qué encuentra el Señor en este hombre?
Una persona que se acerca a Él con confianza, con humildad, con paz. Por encima de los prejuicios que se puedan tener, el Señor ve el corazón, ve los sentimientos más profundos del ser humano.
Hoy el Maestro se nos revela con aquel que ve el corazón, lo más hondo, que supera cualquier tipo de opinión preconcebida, que está atento al dolor de cualquier persona, que se deja admirar por el amor que podemos sentir.
¿Cómo me ve a mi? ¿Pongo mi vida en sus manos? ¿Cómo el centurión, confío en Él, aunque me sienta pobre y desvalido? ¿Cómo me acerco a Él?
Como este militar, Acerquémonos al Señor.
José Luis, vuestro Párroco