Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana I del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas: Mt 15, 29-37
Creo este Evangelio nos permite contemplar y aceptar a Jesús de forma extraordinaria.
Podemos visualizar este acontecimiento evangélico, e introducirnos en el, participar de el.
Según leemos este pasaje, podemos ver las actitudes de Jesús: el Señor acoge a todo aquel que se acerca a Él, se sumerge en la debilidad humana (se le acercaban los lisiados y enfermos porque Él les acogía), tiene una profunda lástima de las personas (¿Cómo se les va a despedir si no tienen ni para comer?), propone y ejecuta como saciar el hambre de las personas, les auxilia en lo más básico, e implica a sus discípulos, les hace intervenir en esta acción salvadora.
Contemplemos hoy al Maestro, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco