Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado de la semana I del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas: Mt 9, 35-10, 1.6-8
Un Evangelio completísimo que muestra la triple tarea de Jesús: cura y sirve ( Jesús es Rey: cambia el mundo con su conducta), enseña y anuncia (es Profeta: habla en nombre de Dios y anuncia su Palabra) y ora, pide que pidan al Padre que envíe más trabajadores (es Sacerdote, está en plena comunión con el Misterio y fuente de la vida, Dios).
Además, envía a sus discípulos a que continúen su tarea y su misión, enviándoles a hacer lo que Él hace: curar, dar paz, enseñar. En definitiva, mostrar el rostro del Dios amante de los hombres.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: el Dios que se compadece de los hombres, que se mete en nuestra vida, en nuestra historia, que anda en nuestras ciudades y aldeas, que salva, y que nos pide que sigamos con su tarea: amar en mitad de este mundo.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco