Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana III del Tiempo de Adviento. Ciclo C.
Lecturas: Lc 7, 19-33
Jesús no da testimonio verbal de sí mismo, alude a sus obras.
Hoy contemplar este Evangelio nos lleva a contemplar por lo que realiza como y quién es Jesús: mediante la figura de personas que sufren (enfermos, ciegos, muertos), nos da a conocer lo que El trae, la salvación.
Por ello el Evangelio de hoy nos revela quién es el Señor, y no tanto de palabra, sino por su actuación.
Podemos hoy contemplar al Dios de la vida hecho hombre en Jesús: ¿ le dejo que se introduzca en mi, y me dejó llenar por Él? ¿Voy dejándole que me transforme, y dejo que mi ser se empape de este Dios de la vida, cambiando mi propia forma de ser?
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco