Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes, día 7º de la octava de Navidad. Ciclo C
Lecturas: Jn 1, 1-18.
Un texto para ser leído despacio, y saborear, estar con Él.
Juan nos indica cómo Dios es la fuente y origen de la vida, como viene a nosotros, como hay personas, como el Bautista, que nos anuncian su presencia entre nosotros, y como en la medida en que le acogemos, nos plenifica, y nos da capacidad para ser hijos suyos.
Es un texto para ser leído, repito, y contemplar, estar con el Señor, y sentir su amor. Y para pedirle vivir unidos, en comunión con Él. Sentir su amor y sentirnos hijos suyos. Él es la vida.
Hay una leyenda que dice que Juan Apóstol, el autor de este texto, era «pesado» hablando del intenso amor que Dios es. Realmente tuvo una experiencia intensa de sentirse amado, y vivir al Dios Enamorado. Su obra, reflejo de su vivencia, da testimonio de ello. Busquemos vivir y habitar en ese amor.
Estemos con El.
José Luis, vuestro Párroco