LA VOCACIÓN PROFÉTICA Y APOSTÓLICA
El tema de la vocación profética y apostólica ocupa las dos principales lecturas de este quinto domingo ordinario. El primer texto es una narración autobiográfica debida a la mano del mayor profeta de Israel: Isaías. El relato se desarrolla en una visión litúrgica en el templo. Isaías se encuentra ante la santidad y grandiosidad de lo celeste, ante Dios, que se le manifiesta llenando la tierra, como el humo del incienso llenaba el templo. La reacción espontánea de Isaías es confesar su profunda incapacidad e indignidad personal para ser profeta.
Pero Dios se acerca con su gracia para que Isaías supere el pánico y experimente la fascinación de su presencia santa. Y un serafín, ministro de la corte celeste, con un carbón encendido tomado del altar de los holocaustos purifica la boca del profeta. Es como un gesto sacramental que lo consagra. El hombre de la palabra, el profeta, debe ser precisamente purificado en la palabra. El fuego sagrado que viene del altar penetra el lenguaje del hombre, llamado a hablar en nombre de Dios.
Inmediatamente se produce la respuesta de Isaías: «Aquí estoy, mándame», llena de espontaneidad, entusiasmo y prontitud. Acepta su vocación profética y vence la cobardía de su indecisión. ¡Qué gran ejemplo!
El Evangelio nos presenta diversas escenas, en las que son protagonistas Jesús y …
Tomado de la “Hoja” llamada HOY DOMINGO que nos ofrecen varios sacerdotes desde el Arzobispado de Madrid en su servicio de liturgia. Para leer el texto completo y más información para la semana, hay que entrar en este vínculo: hoja hoy domingo para este día