Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana VI del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 8, 14-21
Un Evangelio desconcertante, pero en definitiva, con un consejo a los discípulos.
Por supuesto que no se refiere a levadura de esas personas, Jesús quiere avisar acerca de la dureza de corazón de ellos: lo que crean con su forma de ser.
En cambio, la levadura de Jesús es bien distinta: llena de vida, como en el caso de la multiplicación de los panes y peces.
Podemos hoy contemplar cómo es el Señor: su ser más íntimo llena de vida y de paz.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco