Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo de la semana I de Cuaresma. Ciclo C.
Lecturas: Dt 26, 4-10; Sal 90; Rom 10, 8-13; Lc 4, 1-13.
Comenzamos el tiempo de preparación para la Pascua, la Cuaresma.
Durante estos domingos iremos descubriendo como es el Señor Jesús, e iremos acercándonos más a Él.
Hoy el Evangelio nos presenta las tentaciones: deseo del poseer, del poder, del aparentar. Después se nos indica, «se marchó hasta otra ocasión». Toda la vida de Jesús será una auténtica tentación, pero todas sus opciones serán siempre la íntima y profunda unión con el Padre. Igual que manifiesta en este relato.
Hoy podemos contemplar así al Señor: aquel que busca y vive esa intensa comunión con el Misterio de la Vida y la Verdad, el Dios que es Amor.
Nos recuerda la primera lectura que Dios está muy presente en toda nuestra vida, en lo más hondo de nuestro corazón como dirá también Pablo.
Estemos hoy con el Señor, sintamosle cerca, y pidamos ser como Jesús, vivir esa profunda comunión en medio de una vida que a veces nos invita a » otras cosas»
José Luis, vuestro Párroco