Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Miércoles de la semana IV de Cuaresma. Ciclo C.
Lecturas: Jn 5, 17-30
El texto nos muestra una profunda comunión de Jesús con el Padre. No puede entenderse uno sin el otro.
La palabra juicio en la Biblia no remite a un proceso judicial, idea más bien romana, sino a sentir y vivir que Dios libera a su pueblo (los jueces del Antiguo Testamento son lideres que liberaban al pueblo)
Por ello el texto nos repite y nos habla de lo que hacen Jesús y el Padre en plena comunión: ambos dan vida, liberan, siempre en ese sentido propio de unidad y comunión, de cercanía intensa entre ellos.
Hoy se nos llama a contemplar esa profunda unión entre ellos, y a caer en la cuenta del deseo grande de Dios de dar y traer vida. Podemos hoy leer este pasaje evangélico, y sentir ese deseo grande de nuestro Dios. Estemos con El.
José Luis, vuestro Párroco