Lunes II de Pascua (ciclo C).
Día 25 de abril, fiesta de San Marcos Evangelista.
Lecturas: Mc 16, 15-20.
No podemos leer este pasaje evangélico en clave literal, pero si dejarnos envolver por el contenido profundo de estas palabras.
El Señor Jesús envía a sus discípulos, nos envía, a anunciar la salvación. Por ello quién la acoge, está salvado.
El Señor Jesús es la salvación. El Evangelio es Él mismo. De ahí que quien vive en Él tiene la vida. Es lo que significan esas palabras: sanad, curad, dad vida. Porque quién antes le ha recibido a Él, quién tiene experiencia de Él, tiene vida. Los enviados por el Señor, auténticamente enviados por Él, porque tienen experiencia de Él, portamos vida porque le portamos a Él.
Un discípulo que no porte vida, tendrá que pensar bien y discernir cuál es su experiencia de vivir con el Maestro.
Concluye este pasaje afirmando: el Señor les acompañaba.
Hoy podemos leer este Evangelio sabiendo que es Jesús de quién nos habla: es El quien anuncia la vida, es El quien salva, es Él quien nos acompaña. Leamos este Evangelio, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco