Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana XIX del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Sab 18, 6-9, Sal 32, Heb 11, 1-2.8-19, Lc 12, 32-48
Hoy con estas lecturas tan peculiares, se nos vuelve a revelar como es Jesús.
Mirando y leyendo despacio estas lecturas, podemos descubrir cómo se nos invita a vivir desde la fe y la esperanza.
Jesús es el hombre de fe. Comienza con una frase muy especial y muy propia de Él: «no temas».
Tal vez seamos un «pequeño, o débil, rebaño», pero nos convoca a vivir desde la esperanza. Igual que vive Él.
Jesús es un hombre de fe, que vive aguardando a que venga el Padre, que se da cuenta de que Dios mismo camina con Él, y vive esa unión con Dios desde lo más sencillo y cotidiano. Nos invita a vivir como Él, sintiendo esa gran cercanía con el Padre.
Igual, como dicen las dos primeras lecturas, que vivieron la confianza nuestros antepasados en la fe.
Podemos hoy leer estas lecturas, descubrir cómo es el Maestro un día más, sentirle muy cerca, y pedirle vivir la confianza en el Padre como lo vivió Él.
José Luis, vuestro Párroco