Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes semana XIX del Tiempo Ordinario.
Día 9 de agosto, fiesta de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein.
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Edith Stein, de nombre religioso Teresa Benedicta de la Cruz (nacida en Breslavia, Imperio alemán, actual Polonia, 12 de octubre de 1891, y muerta en Auschwitz, 9 de agosto de 1942), fue una filósofa, mística, religiosa carmelita descalza, mártir y santa alemana de origen judío y atea, pero gran buscadora. Y realmente encontró al Señor de la vida.
El texto evangélico que se nos propone ilumina muy bien la opción de vida de esta persona: entrega totalmente su vida: su conversión, su entrega religiosa, y, por último su muerte en un campo de concentración alemán.
Ella vivió como Jesús: con una total confianza en las manos amorosas del Padre, sintiendo que «vale mucho más que los pajarillos».
Vivir esto pide descubrir ese profundo amor, un amor que le hace caminar confiada, sabiendo que está en esas manos amables y entrañables del Padre. Jesús mucho antes ha pasado por esto.
Hoy podemos tener en la cabeza la vida de esta mujer, leer el texto del Evangelio desde el ejemplo adorable de confianza en el Padre que nos da, y fijarnos en Jesús: Él es quien realmente camina en esa admirable relación de amor con el Misterio que tanto ama al ser humano, el Padre.
Leamos el texto, y estemos con Jesús.
José Luis, vuestro Párroco