Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves XXI del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 24, 43-51.
Creo que hoy podemos contemplar algo de la forma de mirar de Jesús para vivir mejor este pasaje evangélico.
Clásicamente esta lectura nos invita a estar en guardia, fundamentalmente a la hora de nuestra muerte: puede acontecer en cualquier momento. La pandemia que estamos atravesando así nos lo ha demostrado.
Sin embargo, tal vez podamos entender este Evangelio desde el punto de vista de la mirada: estar atento, estar en guardia, puede ser una gran invitación a contemplar nuestra realidad sabiendo que en ella nos podemos encontrar con el Señor: deberíamos saber mirar para poder distinguir su Presencia, «oír entre todas las voces, la voz».
Jesús es alguien que sabe mirar, que distingue y percibe la presencia del Padre en la vida, que sabe «estar atento».
Hoy podemos contemplar a este Jesús tan atento, que sabe mirar, y pedirle que Él nos enseñe «a estar atentos», a distinguir la Presencia.
José Luis, vuestro Párroco