Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado XXI del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mt 25, 14-30.
Creo que una gran virtud del Señor es la fidelidad.
El Señor Jesús es firmemente fiel y leal al Padre. Por encima de todo, el Señor se manifiesta y se revela como fiel.
En los momentos de brillo, como cuando da gracias al Padre por su predilección por los sencillos, y en los momentos difíciles, como es la Pasión: Jesús es el hombre siempre fiel.
La parábola de hoy expresa muy bien su fidelidad. Creo que por encima de la llamada a la coherencia, o a poner en juego nuestros talentos, Jesús se revela como fiel.
Hoy podemos leer este pasaje evangélico desde esta perspectiva: Jesús se revela como el empleado fiel, y nos llama a esa fidelidad.
Podemos hoy contemplar así al Maestro, y pedirle que nos vaya transformando en ir siendo fieles al Padre como Él.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco