Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Martes XXVI del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 9, 51-56.
Jesús en este relato se presenta como el hombre en busca de su misión y ministerio, que no evita las posibles dificultades.
A la vez se revela como el hombre del perdón, y la acogida, a diferencia de los aldeanos samaritanos, y hasta de sus propios discípulos, abierto al Espíritu, que desea salvar a toda la humanidad (no a muchos, sino a todo ser humano).
A pesar de los problemas, dando su perdón, e insistiendo en su misión, sigue adelante. Realmente, Él es el hombre del Espíritu.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco