Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Lunes XXXII del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Lc 17, 1-6..
Hoy Jesús se revela como el hombre del perdón y de la petición confiada.
Jesús vive el perdón intensamente: su vida tiene como estilo fundamental el perdón. Así nos lo trasmite a los discípulos. El perdón es una parte de su identidad, y los que deseamos seguirle tendríamos que aceptarlo como algo nuestro. Aunque a veces sea muy duro, o nos parezca imposible: Jesús así lo vivió.
Unido al perdón, está la petición de la fe: de forma confiada y pacífica, Jesús pide lo que le hace falta al Padre. La petición supone mucha confianza, saber que aquel a quien te diriges te va a responder. Jesús nos propone ser como Él: confiados entrañablemente al Padre.
Hoy podemos leer despacio este pasaje evangélico, contemplar a Jesús como el hombre del perdón y de la confianza en el Padre, y pedirle que nos aumente la fe, que vayamos siendo como El.
José Luis, vuestro Párroco