Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo III del Tiempo de Adviento.
Lecturas: Is 35, 1-6a.10; Sal 145; Sant 5, 7-10;M Mt 11, 2-11.
Ante la pregunta de Juan, Jesús responde indirectamente: no dice quién es, ni cual va a ser su misión, sino que les invita a contemplar lo que hace.
Su tarea, su misión siempre es salvar. Isaías nos lo recuerda: Dios viene a salvar a su pueblo. Y Santiago nos lo recuerda: Dios es paciente, y siempre busca nuestra salvación. Nos indica a la vez, seamos como Dios.
Hoy podemos contemplar así a Jesús: salvador, amigo, cercano. Recordemos lo que nos cuenta el profeta, Dios viene a salvarnos y, como dice el apóstol, es paciente.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco