Para leer el Evangelio: domingo 18 diciembre 2022

Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.

Domingo IV del Tiempo de Adviento.
Lecturas: Is 7, 10-14; Sal 24; Rom 1, 1-7; Mt 1, 18-24.

Creo que hoy Dios se revela como el Dios que viene a salvar, y que salva desde su proximidad y cercanía a todo ser humano. Más íntimo que mi propia intimidad, diría Santo Tomás de Aquino.

En la primera lectura, ante la amenaza del enemigo, el profeta recuerda que Dios «está con nosotros».

El Evangelio a partir del sueño de José, este hombre sencillo y grande, Dios se manifiesta como el que viene, y viene para salvar. Salvar del mal, es salvar del pecado.

Pero, además, este Dios nos pide colaboración: el Señor no viene a hacernos personas pasivas, sino que nos pide que con El colaboremos para hacer posible nuestra salvación. Por eso le pide a José que colabore con Él. No somos muebles, sino que somos personas con vida.

Hoy podemos contemplar así a Jesús: Dios hecho hombre que nos viene a salvar, que viene a estar con nosotros, y que nos pide que con Él colaboremos para intentar trabajar por un mundo mejor. Igual que hizo Él.

Estemos con Él.

José Luis, vuestro Párroco