Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes IV del Tiempo de Adviento.
Lecturas: Lc 1, 57-66.
El nombre Juan en la Biblia significa Dios perdona, o Dios es compasivo o favorable. Es una muestra del gran amor de Dios.
Así podemos hoy entender este pasaje: los parientes desean «mantener» la costumbre familiar, llamar al niño como su padre, pero, sin embargo, los padres del niño desean realizar con ese nombre una auténtica profesión de fe: decir quién y que hace Dios: siempre favorable a todo ser humano.
Podemos hoy leer este pasaje evangélico y contemplar cómo un niño viene a dar vida y paz a sus padres, ya desesperanzados en tener descendencia; también podemos descubrir y vivir cómo ellos mismos entienden que el favor de Dios no sólo es para ellos, sino para toda la humanidad. En definitiva, contemplemos como es nuestro Dios.
José Luis, vuestro Párroco