Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves III del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 4, 21-25.
Creo que podemos perfilar la forma de ser de Jesús en este texto.
Él es el primero que actúa desde la libertad y la transparencia, como una luz puesta sobre un candelabro.
Él también utiliza una medida amplia, grande, comprensiva, nunca condenatoria hacía los demás.
Digamos que hoy podemos distinguir la amplitud de miras y la capacidad de comprensión y de amor por parte del Señor. Por eso, podemos leer esta Palabra, vislumbrar como es el Señor, y dejar un tiempo para en el silencio, estar con Él.
José Luis, vuestro Párroco