Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes de la semana III de Cuaresma. Ciclo A
Lecturas: Mc 12, 28-34.
Un Evangelio admirable, para leer despacio y releer, y contemplar.
Podemos hoy visualizar el encuentro entre Jesús y el escriba, y oír ambas intervenciones… Vivir y saborear, dejar que floten en nosotros esas palabras, sentir su sentido: Dios único Señor, digno de ser amado, digno de amar, que nos dignifica y construye. El amor, más valioso que cualquier ofrenda…sentir a ese Dios que nos ama calida y suavemente…sentir a Dios. Igual que lo sintió Jesús, el Maestro.
Podemos leer este pasaje evangélico, y dejarnos llenar por Él.
José Luis, vuestro Párroco