Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes de la semana IV de Cuaresma. Ciclo A
Lecturas: Jn 7, 1-2.10. 25-30.
En un momento confuso (sube Jesús a Jerusalén, más tarde, pero también, a escondidas, pero se le ve… se oculta pero habla abiertamente en el templo gritando…), Jesús se revela como aquel que tiene una fuerte relación con el Padre… Él le conoce, es decir que tiene una especial intimidad, y anuncia claramente que «procede de El, y el Padre es quien le envía.
Podemos hoy leer este texto, y contemplar a Jesús como la persona con más honda y profunda intimidad con ese Misterio lleno de amor que es el Padre Dios.
Esa gran intimidad va a provocar expectación y división. Partidarios y enemigos.
Estemos con Jesús. Sintamos esa gran unión del Señor con el Padre.
José Luis, vuestro Párroco