Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Sábado VI semana de Pascua (Ciclo A).
Lecturas: Jn 16, 23-28..
Saborear hoy este Evangelio es iniciarnos en el misterio de contemplación de quién es el Señor. Hay que leer este pasaje evangélico despacio, saboreando cada frase.
Jesús hoy se nos revela muy cercano al Padre, con una total confianza puesta en Él.
Jesús mismo es quien confía y le pide al Padre; encuentra en Él su alegría, el sentido de su ser. Por ello nos invita a estar unidos a Él, y por tanto al Padre. Igual que le escucha a Él, nos invita a cada uno de nosotros a confiar en Él, y a sentirnos escuchados y comprendidos por el Padre.
Nos hace falta leer despacio este Evangelio, y contemplar quien y cómo es el Señor.
Estemos con El.
José Luis, vuestro Párroco