Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Viernes semana VIII del Tiempo Ordinario.
Lecturas: Mc 11, 11-26.
Un pasaje evangélico peculiar: el inicio del acontecimiento de la higuera, la expulsión de los mercaderes, la conclusión de la higuera, y la invitación a orar con confianza.
Hoy podemos contemplar a Jesús desde esa invitación a orar con confianza, igual que Él vive. No busca quedar como protagonista, como podría ser después de entrar en Jerusalén, sino de ser fiel: invita a orar, a sentir que la casa del Padre es para el encuentro con Dios, a seguir orando con paz y armonía. Igual que hace Él mismo: seamos personas de oración .
José Luis, vuestro Párroco