Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Domingo semana X del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
Lecturas: Dt 8, 2-3.14-16; Sal 147; 1 Cor 10, 16-17; Jn 6, 51-58.
Esta fiesta, réplica fuera del Triduo Pascual del Jueves Santo, nos invita a contemplar la Presencia Real del Señor Jesús en el Pan Eucarístico.
La vida del Señor es una vida completa de entrega a los demás. Como dirá el teólogo Bonhoefer, Jesús es el hombre para los demás. Nunca deja de entregarse en favor de los otros. Por ello elige quedarse en un símbolo muy gráfico: el pan que se parte y se reparte. En el pan partido, ahí se encuentra Dios. En el Amor.
Hoy podemos leer y contemplar estás lecturas desde esa perspectiva: Dios se encuentra en el camino de la vida, en el pan y vino del altar. Vivir unido con Él, participar de ese pan, comulgar, en definitiva, es hacer una opción profunda de desear vivir amando, entregándonos, como Él.
Leamos estás lecturas, y estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco