Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana XVIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Día 10 de agosto, fiesta de San Lorenzo, mártir.
Lecturas: Jn 12, 24-26.
Este Evangelio es muy denso, muy propio para este recuerdo de San Lorenzo, diácono y mártir.
Jesús hoy se nos revela como el hombre de Dios, unido fuertemente al Padre, que vive según el designio de Dios.
Él es como la semilla que perdiéndose, da fruto, da vida; Él está allí donde un discípulo suyo está; y Él está unido al Padre, que le da la vida plena, como a todo aquel que le siga, porque está en todo discípulo suyo.
Podemos leer despacio este Evangelio, y pedir a Dios vivir cada día más cerca de Él, porque Él realmente habita en nosotros.
Lorenzo supo ver esto, y entregó su vida sabiendo que estaba unido a Él.
Estemos con Él.
José Luis, vuestro Párroco