Con estas palabras no pretendemos explicar ni suplantar el Evangelio diario, sino dar pautas para contemplar esta lectura, sabiendo que lo fundamental es leer, saborear y gustar internamente el Evangelio, descubriendo más hondamente como es el Señor.
Jueves semana XXII del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas: Lc 5, 1-11.
Un Evangelio muy largo, pero precioso para visualizar y contemplar. Os invito hoy a fijarnos en cada uno de los personajes, verlos, escucharlos, imaginar toda la escena…
Jesús enseñando desde la barca, fijándose en las personas que le escuchan, que pide a Pedro «ir mar adentro y echar redes», que luego elige a Pedro y compañeros para ser «pescadores de hombres».
Pedro que acoge, escucha, obedece, se asombra, admira…
Hoy me gustaría que, como Pedro, admiraremos a Jesús, nos dejemos sorprender por Él, y sintamos que Dios nos sobrepasa, nos trasciende, nos admira… ¡ Qué poco somos ante Dios ! ¡ Qué frágiles ante el Misterio del ser, de la existencia !
Vamos a estar con Jesús, y a sentirnos asombrados ante el Misterio que es Dios, el Misterio de la existencia… temor, temblor, confianza…
José Luis, vuestro Párroco